jueves, 2 de diciembre de 2010

Moliendo café


Sí...doy fe, guardo cosas para "por si acaso"... y no tengo el síndrome de Diógenes, no.

Cuando se me rompe algún utensilio, guardo las piezas que han quedado bien y, no se sabe para que pueden servir.

Con la tapa de una caja de madera, un retal de arpillera, tres molinillos de café (imanes para el frigorífico) y pintura...

Me ha salido un cuadro para la cocina, así de sencillo.

                                                            Eva